Mientras escribo en el blog me siento plenamente justificado. ¿Justificado en qué sentido? No tengo idea. Pero supongo que estoy cumpliendo algún destino o algo que podría llamarse destino. De pronto deja de importar la calidad del texto. Su mayor o menor contundencia. Llega un momento en que sólo importa seguir escribiendo. ¿Para quién? Para nadie. Para una red vacía que alguien arrastrase por la tierra a la caza de animales imposibles.
L.
creo que uno siempre apuesta a ser leído por otro. así sea un otro que habita dentro nuestro y nos pide, insaciable, más y más. buen post y muy divertida la serie de los peces y las fotos. en cuanto a los vestuarios de hombres, sí, admito esa fantasía de meterme en uno de ellos.
ResponderEliminarludmila
Y está bien que así sea.
ResponderEliminarEscribir justifica también la propia existencia. Mientras escribo soy.
Soy para mí, fundamentalmente, pero también para quienes comparten lo que escribo.