lunes, 14 de junio de 2010

Un momento perfecto


La pregunté a Valentina, una alumna de periodismo, cómo imaginaba un momento perfecto. La consulta formaba parte de una clase sobre cuestionarios fijos en la entrevista periodística. Un momento perfecto. Nada especial. Valentina se puso tensa. Pensó un largo rato. No pudo responder. Cuando tocó el timbre se acercó y me dijo que le había arruinado el día. Un comentario así, para un maestro, es el mayor halago. Arruinarle el día a alguien es movilizarlo, es decir, salvar su día. Volví a repetir algo similar en otro curso. El alumno interrogado se hundió en un silencio más pesado aún que el de Valentina. Finalmente dijo que las situaciones en que había pensado le dolían especialmente. Dijo que prefería no compartirlos con sus compañeros de curso. Quizás no existan los momentos perfectos, pensé. Quizás la belleza esté llena de heridas, suciedad, amargura. Quizás la perfección consista en eso.
L.

5 comentarios:

  1. Si... a lo mejor... la perfección está en admitir que no podemos ser perfectos y, por tanto, dedicarnos simplemente a ser... estaría bien.

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  2. ¡Totalmente de acuerdo! Pero me moviliza no poder, mínimamente, imaginar un momento de plenitud. Siento que podría haber contestado cualquier otra pregunta al instante.Pero de esta aún no sé la respuesta. Como al alumno de la otra comisión, a mi también se me vienen a la mente los recuerdos más dolorosos y no entiendo por qué. A moco tendido seguiré pensando. Tal vez suene a chupamedias pero no tengo palabras para agradecerte este momento tan especial y necesario. Y por haber dedicado estas líneas en tu blog que sé que es tu espacio y de gran importancia para vos.
    Valentina

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  3. Yo no busco que la perfección sea absoluta. Para mí es más simple. Por ejemplo, anoche en la clase hubo más de un momento perfecto. Y hoy seguramente habrá durante el día varios momentos perfectos.
    No es una cuestión "paisajística", no es con playa o montañas...
    Para mí, la cuestión es no complicarse en definir la perfección.

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  4. ¿Cómo describir un momento perfecto? Creo que cada momento de la vida tiene "ese" momento. Yo puedo decir muchos, que son momentos perfectos para mi. Uno de ellos es cuando estoy sentada en el patio de casa acompañada por un buen libro. O cuando mi sobrino me sonríe cuando hago una pavada, eso ilumina mi alma.
    Siempre están esos momentos. Pero lamentablemente las personas no se dan cuenta y recuerdan lo malo de los momentos.

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  5. Para mí son perfectos esos momentos que, mientras transcurren, me detengo un segundo y descubro que no quisiera cambiarles absolutamente nada: una mañana de sol, sin más compañía que la del mate y el libro de turno; el recital de Alanis Morissette o el de Cranberries; un abrazo de gol con mi viejo; la novela de las 19 con mamá y, otra vez, el mate; merendar con mis abuelos en Alberti, comentar con ellos las noticias y escuchar sus anécdotas. Momentos de esos, muchísimos.
    Pero a mí me preguntaste cómo me gustaría morir. Me pasó lo mismo que a los protagonistas de tus relatos: no pude pensarlo con claridad en ese instante. De alguna forma que sea repentina, te dije. Pero tampoco pude evitar la reflexión posterior. Cuando otro de los chicos describió su momento perfecto, pude responder mi pregunta. Como si eligiera el menú para la cena, yo prefiero una muerte súbita durante el clímax de algún momento perfecto.

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