martes, 22 de junio de 2010

El fin de la escritura I


En mi ladrillo de abajo defiendo la buena escritura sin argumentos de peso. Lo hago solamente desde un punto de vista emocional. Hormiga, que en realidad se llama Coni y es una chica encantadora (autora además de la ilustración de este post), contraataca de la mejor manera contra los viejos chotos como yo. Dice que mi generación (tan culta y leída) dejó un mundo de mierda para los jóvenes a quienes ahora criticamos por su presunta ignorancia. Lo que dice es cierto pero discutible. El desquiciado mundo actual no es obra de los cultos o incultos sino de los podridos poderes del mundo. La cultura no hace buena a una persona. Muchos jerarcas nazis (también algunos represores argentinos) escuchaban a Mozart o a Wagner mientras torturaban a sus víctimas. Determinar el sentido último de una palabra o una frase no depende de la erudición del emisor sino de quién detenta el poder y para quiénes lo hace. Lo dice Alicia en el país de las maravillas y lo digo yo (modestamente) desde el país del tango, Maradona, Messi, Palermo y Demichelis.
L.

1 comentario:

  1. Creo que ninguna generación puede culpar a la anterior por el mundo que nos dejaron. Tenemos que hacernos cargo. Es cierto, también, que a veces los maestros acusan con el dedo en alto a los más jóvenes por su ignorancia o vacío. Pero en todas las épocas ha pasado así.
    Lucía Contreras, Lima, Perú

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