Hace nueve años que el cineasta argentino Zuhair Jury (hermano de Leonardo Favio) no hace películas. Consultado por el tema dijo que le cuesta responder. Dijo que no conoce los engranajes. Dijo que nunca pudo entenderse con los productores. Dijo que la tarea es desgastante. Dijo que eso le duele y no quiere nada que le duela. Si no vuelve a filmar (pensó) se pondrá a arreglar sillas. Dijo que arreglar sillas es tan importante como hacer películas, mirar por la ventana o darle de comer al gato. Dijo que no hace divisiones en tal sentido. Dijo que ninguna cosa es más valiosa que otra. Y todo así.
L.
De ese director recuerdo su magnífica película "Doña Ana". Lo que dice, creo, tiene que ver con todo. No solamente con el cine o las sillas. Gracias por el post.
ResponderEliminarNati
Hacer sillas que queden bien encoladas y no chuecas es tan dificil como hacer películas, sólo que no hay que lidiar con los malos actores...
ResponderEliminarDarle la misma importancia a cualquier actividad. Esa idea es revolucionaria. Sobre todo en un mundo como el de ahora, que crea jerarquías, escalafones y categorías basado exclusivamente en la retribución económica o hedonista que puedan traer las cosas o las personas.
ResponderEliminarLily
Que lección
ResponderEliminarEn el cine como en la música.
ResponderEliminarEl "Chango" Spasiuk dijo una vez que el músico está sobrevalorado, que tocar un acordeón no es más digno que criar hijos. Además afirmaba que hay quienes tocan sin ganas, sin motivaciones, y hay madres que crian a sus hijos como si estuvieran dirigiendo una sinfónica.