Vivir no es gratis como se piensa. Cada avance existencial deja una arruga en el alma, un golpe seco, una huella que se sumará a las manchas del tigre que somos. Ya habló el poeta de las tres heridas que nos acompañan desde siempre. La de la vida, la del amor, la de la muerte. Nadie se salva de ninguna de ellas. Quien quiera entrar al mundo tendrá que atravesarlas con valentía y generosidad. Hay que entregarse a la experiencia y dejarse afectar por ella hasta el fin.
L.
Las tres heridas son inevitables pero también necesarias. En la valentía y la generosidad con que se las recibe y acepta está la diferencia entre haber vivido y haber sobrevivido. En mi caso confieso que me da miedo lanzarme a la experiencia, pero ¿hay otra alternativa?
ResponderEliminar(no)
(pero igual me da miedo y el miedo me frena...creo entonces que sobrevivo)
Ale, desde Guayaquil, Ecuador
Valentía y generosidad dos virtudes que también encuentro imprescindibles para enfrentar la vida que nos alcance. La valentía para aceptar el miedo a arriesgarnos y superarlo y la generosidad para no limitarnos y estar abiertos al destino. Dos palabras que el alma agradece.
ResponderEliminarGraciela B
Hola Profesor Gruss. ¿Cómo esta? Gracias por el blog, he leído algo más de la mitad y me dejó mucho para pensar, para aprender, para reflexionar y por supuesto para
ResponderEliminaragradecer; a usted por brindarnos un paseo por las palabras que tienen tanto contenido. Gracias nuevamente.Le dejo un saludo afectuoso desde El Maitén patagónico. Luis Armando.
Daqui de Brasilia estou sempre lendo o que escreve em seu blog. Gosto destes assuntos um pouco perturbadores. Quanto a aqueles que buscam certezas, estão no blog errado. Se queremos chamar de vida essa espécie de sonho no qual vivemos, temos que entrar completamente na água. Nada de se molhar só um pouquinho.
ResponderEliminarbeijos do Brasil.