El acto sagrado de sacar la basura cada noche. La bendición de dormir, calentar agua, soñar, pasar el trapo. Bendito el cuerpo bajo la ducha tibia. Sacralización del sostén y la bombacha. Liturgia de los peces. Darle de comer al gato. Un poema debe ser leído antes de las diez. Adoración. La tarea prohibida. Lavar los platos, cocinar, desconectar las máquinas. Agradecer la música y no el ruido. Alrededor no hay nadie. Y dios todavía no ha nacido.
L.
L.
Sacralizar lo cotidiano. Dar las gracias por las pequeñas treguas que nos da el mundo. Pecar y luego arrepentirse para percibir la idea de movimiento. Todo eso se me viene a la cabeza después de leer esta seguidilla de post. Gabriel
ResponderEliminarCreo que Dios sólo ES y ha estado aquí desde siempre. Podemos sentirlo o no. No hablo de religiones. Lo interpreto como ese soplo de vida que ha elevado al hombre y le permite crear el acelerador de partículas o lavar los platos.Tal vez tenga muchos nacimientos según nosotros lo vayamos descubriendo.
ResponderEliminarGraciela B
Nada más hermoso que esta mezcla.Pero la piedra es piedra y cae,el sol brilla y el tomate se come en ensalada.
ResponderEliminarLo cotidiano que nombrás,todavia no adquirió en mi dimensiones benditas,ni sagradas,ni liturgicas.Dejemos a Dios en paz.
Maria Rosa