Si algo sorprende en el diario íntimo de Alejandra Pizarnik es la obsesión por el sexo. El punto es doblemente llamativo para quien se presenta como la enamorada del viento y lo imposible. También aquí la irradiación del absoluto no deja lugar para lo común, lo de todos los días, es decir, para lo que salva. Pizarnik dice que en lo sexual odia las posturas "naturales" tanto como las palabras tiernas y ya conocidas. Y dice. Sin una vida sexual extraña y peligrosa no puedo vivir. Y dice. Una vez terminado el acto de amor hay una tristeza de deseos apagados, un desorden mudo, un arrepentimiento absurdo. Esto ya no sorprende. La enamorada del viento abomina de la luz amortiguada. El orgasmo, qué pena, no es eterno. Y entonces claro. Entonces el suicidio es el coito perfecto. El acto realizado.
L.
sí, no puede buscarse "todo" ni en el sexo ni en ninguna otra cosa de la vida. la sensación de que algo siempre falta en lo que hacemos o intentamos, de que algo no se realiza del todo, está en el fondo de cualquier emprendemiento. y eso actúa como principal estimulante para seguir intentado.
ResponderEliminarmauro