jueves, 8 de julio de 2010

Hora libre


No hay día en que no estemos al menos un instante en el paraíso. Eso dice Borges y no sé si se cumple. Sería bueno (aún así) tener una hora libre todos los días. Como en la secundaria. En ese hueco de libertad podríamos hacer lo que queramos, decir lo que sentimos, correr, dormir, soñar, tener fantasías prohibidas, ir a nadar, hacer el amor en el baño con la compañera callada que se sienta junto a los estantes (la de remera naranja con agujeritos en las mangas para meter los dedos), no leer un libro, no escribir nada para el blog, no responder mails. Una hora libre que sea hermosa mientras dure. No es mucho pedir. ¡Oh dios! Sólo eso te pido esta mañana.
L.

3 comentarios:

  1. Creo en lo que dice Borges. Me recuerda a Frida que no necesitaba pies porque podía volar. Pero para lograrlo tenemos que dejar que nos crezcan las alas y desprendernos del "tengo que" o el dolor u ocupaciones del momento. Pero esos estados de gracia diría, son tan únicos, plenos y libres que pueden ocurrir en medio de una tormenta. Ocurren . Hay que estar preparado para recibirlos y listos para volar.
    Graciela B

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  2. Qué hermosa idea! adhiero plenamente...
    Caminar al sol por el costado del río, que está tan cerca pero que las torres, cada vez más altas, no nos dejan ver.
    Escuchar a Adriana Calcanhoto o a María Rita.
    Comer sushi y dormir la siesta (obviamente, con él).

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  3. Esa hora libre siempre esta. Si no, como se nombra al tiempo que utilizamos para leer, escribir, mirar TV, o caminar sin rumbo? Tiempo y libertad se encuentran aunque sea 5 minutos al dia. Sera que a veces nos autoconvencemos de que debemos leer, o nadar, o lo que sea. Sera que eso se cumple tan al pie de la letra, que pisa y hace desaparecer la hora libre para convertira en una hora extra de trabajo.

    O.

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