La mayoría de la gente se enferma por no saber decir lo que ve o lo que piensa. Lo afirma Pessoa en un texto célebre. Si aceptamos el enunciado la conclusión obvia sería que las enfermedades podrían curarse en los talleres literarios, en las hojas de un cuaderno o en la pantalla de una computadora. ¿La escritura es salud? Si así fuera serviría al menos para justificar el enorme trabajo que demanda este oficio. Toda la literatura consiste en un esfuerzo por tornar real la vida, dice también el poeta portugués. Puede ser. La vida sin palabras suele convertirse en una gran confusión. Los días que no dejan huellas pasan de largo a través de una tela llena de agujeros. Pero no conviene idealizar. Escribir es un alivio y una condena. Hay además otros remedios como la cocina, el sexo o el canto lírico. Saber decir ayuda y mucho. Pero nadie se salva escribiendo, o, para decirlo de una manera más contundente, nadie se salva.
L.
Muchos no saben decir y por eso recurre a los lugares comunes. Es siempre la solución más fácil. Es más fácil ponerle un nombre y apellido a lo que nos pasa que tratar de indentidicar el problema. Tan simple es adjetivar al azar y pasar a otra cosa. Así es como se esquivan las soluciones y se recurre a los problemas típicos.
ResponderEliminarSaber decir "ayuda" a veces es más complicado que encontrar la manera de decirlo.
ResponderEliminarEl “decir” en muchos casos es el remedio para enfermedades de cualquier tipo.
ResponderEliminarMi pregunta es: ¿de qué hay que salvarse?¿del fracaso, del error, de la muerte, del tedio, la desazón, la oscuridad, o de la felicidad impostada?
Una vez que estas vivo y te das cuenta, nada podrá salvarte más que un arduo trabajo de autoconocimiento y aceptación, paciencia y prudencia, que supongo que llegará hasta el final de los días de una vida bien vivida.
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