jueves, 15 de julio de 2010

Cenicienta moderna


Cuidado, le advirtieron. Cuando escuches las doce campanadas todo volverá a ser como fue. Zapallos y no carrozas, un sapo en lugar del príncipe, el taco despegado en la bota de fregar. ¿Y el zapato mágico? ¿Y la larga recorrida por los diversos rincones del condado? Cenicienta sabe ahora la verdad y baja de prisa los quinientos escalones. Al llegar escucha una radio a todo volumen. Ve la luz azul y artificial de cien mil pantallas. Percibe el prolongado sonido de un ringtone que le dice, ahora sí, que el recreo ha terminado.
L.

2 comentarios:

  1. La realidad avanza sobre los sueños. El ruido, las luces contaminan la tenue neblina de las fantasías. A veces pienso que en el mundo de ahora es imposible aislarse, imaginar. En cualquier momento aparece alguien que te recuerda a qué rincón de la sociedad pertenes.
    Olga F.

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  2. Aún con luces artificiales y sonidos incordiosos creo que algunas seguiremos buscando un zapato mágico. Tal vez porque al pasar el tiempo no dejamos de añorar el recreo.
    Graciela B

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