jueves, 22 de julio de 2010

¡Libertad para los torturadores y asesinos!


La iglesia chilena acaba de pedir al presidente Piñera (cuyo hermano fue ministro de Pinochet) que indulte a los militares encarcelados por violaciones de los derechos humanos en ese país. Me parece un pedido justo y y misericordioso. Después de todo el único delito que cometieron los militares trasandinos fue secuestrar, torturar y asesinar a unos dos mil quinientos hombres, mujeres y niños. Poca gente si se la compara con la cifra de población mundial. Ese pequeño grupo incluía al cantautor Víctor Jara a quien los bravos uniformados le cortaron las manos antes de matarlo. Tampoco es grave. Hay gente que ha sufrido cosas peores. Ninguno de estos hechos justifica el martirio. Tampoco el bombardeo de la Casa de la Moneda donde resistía un socialista viejo y anticuado llamado Salvador Allende junto a sus ministros. Estos últimos, como se sabe, fueron luego asesinados en su mayoría por la policía política del régimen en connivencia con la CIA. La central de inteligencia estadounidense aportó miles de millones de dólares para concretar el golpe de Estado de setiembre de 1973. El dato fue admitido y confirmado por el entonces embajador de Estados Unidos en Santiago. Dadas así las cosas considero justa la posición adoptada por los respetables cardenales y obispos chilenos. Hay un solo problema. Con este pedido la iglesia (que ha sido uno de los pilares de la resistencia a la dictadura) entierra para siempre su propia historia. Un indulto de Piñera sería coherente (en cambio) con el silencio eclesiástico universal frente a la esclavitud en Brasil, su complicidad con el nazismo y el videlismo en Argentina, y, yendo más atrás en el tiempo, la inquisición medieval. Pero a quién le importa eso en una sociedad moderna. ¡Libertad a los torturadores y asesinos! Miremos hacia adelante...y feliz día del amigo para todos.
L.

4 comentarios:

  1. Lo de la iglesia chilena me da verguenza ajena. Tristemente pienso que la "plegaria" será atendida por el pinochetista piñera. Imagino cómo se sentirán las víctimas de la dictadura y sus familiares ante este brutal retroceso histórico.
    Miguel

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  2. No entiendo porqué puede ser necesario este pedido cuando se trata de culpables comprobados. Creo que los hombres de la Iglesia chilena que piden el indulto invaden un campo que no es el suyo. Si los culpables se han arrepentido y han confesado ese arrepentimiento podrán esperar la misericordia de Dios pero eso es parte de su penitencia interior, no tienen porqué no cumplir la condena debida según la justicia de los hombres. Lamento que algunos hombres de la Iglesia no hayan entendido el mensaje de Juan Pablo II quién pidió perdón por tantos viejos errores que lastiman el verdadero mensaje cristiano.
    Graciela B

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  3. Habría que bombardear el Vaticano...
    S.

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  4. La iglesia chilena está pidiendo un indulto para sí misma, por su colaboración y (o) su silencio ante los crímenes de la dictadura.
    Mientras tanto, una noticia aberrante fue ignorada por los medios argentinos: la expulsión ilegal de un luchador chileno que había venido a nuestro país a pedir refugio, tras haber sufrido cárcel y torturas en Chile. En plena noche y sin darle posibilidad de defensa, el gobierno argentino lo entregó a las FFAA chilenas, que lo trasladaron a su país en un avión militar. Al mejor estilo del Plan Cóndor.
    No es casualidad, en esta ofensiva de la derecha chilena (de la cual forma parte la Iglesia). Pobre Chile tan lejos de Dios...
    LH

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