Dice mi psicóloga que leo la vida como una novela. Dice que estoy rodeada de personajes y escenas. Dice que adopto una actitud pasiva. Dejo que la trama me lleve sin oponer resistencia. Al principio me sentí ridícula con ese análisis. Luego lo acepté. Es cierto. Miro las cosas como si leyera un cuento. Pero no intervengo. No actúo. Buscando culpables acusé a los libros. Me refugié en ellos por ser tímida e insomne. Ahora veo las consecuencias. ¿Será que estoy demasiado cansada para vivir la vida? Siento que ya pasaron muchas cosas. Fui testigo del amor entre Cayetano y Sierva María. Vi a Montag quemando libros y bibliotecas hasta que conoció a Clarisse. Escuché las conversaciones de siete locos dispuestos a hacer una revolución financiada con el trabajo de las putas. Viajé a Marte, a la Tierra Media, a Venecia. Cientos de vidas se reunieron para mí en un solo instante. Admito ante la psicóloga que eso debe parar. Es hora de empezar a caminar e involucrarme. No puedo seguir paralizada ante el pelotón de fusilamiento. Debo frenar ya mismo la ejecución con un grito que salga de mi propia garganta.
Andrea
Andrea que increíblemente real puede resultar la literatura. Cuánto reflejo propio en tus letras.
ResponderEliminarMe encantó,de encantamiento :)
No creo que una vida tan llena de vidas sea pasiva.Tampoco hay que actuar siempre. A veces el modo de hacerlo es el laisser faire. Por otra parte hay que poder viajar tanto y tan bien. Diría que sos dueña de una prodigiosa imaginación ese tal vez sea tu tesoro. Sin embargo si disfrutarlo plenamente impide que vivas el aquí y el ahora y te ha enmudecido espero que tu voz emerja y libere ese grito en tu garganta.
ResponderEliminarGraciela B
Andrea, tus textos son siempre impecables y poderosos. Necesito que escribas mas seguido!
ResponderEliminarEn cuando a este texto diria que si el no intervenir en tu vida produjo todo lo que dijiste, entonces segui asi. Muchas vidas, varios lugares, que es lo que falta?
O.