Para todo narrador o poeta la duda es frecuente. Sobrevuela también, como un fantasma, en los talleres literarios. ¿Sobre qué escribir? Mal comienzo. O la pregunta está mal hecha o directamente debería ser abandonada. Lo que importa no es el qué sino el cómo. La elección de un buen tema es conflictiva tal vez para un periodista. No lo es (o no debería serlo) para un escritor serio. Para este último, como para un músico o un pintor, el problema es dar con la forma adecuada. También Pizarnik se pregunta lo mismo en sus diarios. Y en el acto alumbra un postulado razonable y lúcido. Voy a decir lo que puedo para escribir un día sobre lo que quiero.
L.
De acuerdo. Además es aburrido escribir sobre algo que ya se sabe. Mejor es darse cuenta, escribiendo, de lo que uno quiere decir o pensar.
ResponderEliminarLudmila
Me gusta la temporalidad que le imprime al poder decir y al querer escribir. Como si uno fuera la preparación,la antelación para lo otro.
ResponderEliminarbuen punto para los que de alguna manera escribimos sin poder decir.
Maria Rosa