Antes se decía que los comunistas comían vivos a los niños. Hoy se asegura que los militantes palestinos de Hamás son crueles asesinos que quieren pulverizar a Israel. En la última guerra de Gaza se demostró que los salvajes terroristas carecen de poder de fuego. Sus cohetes fulminantes (enviados con pésima puntería) mataron a lo sumo una vaca en los campos israelíes. Sectores ultramontanos de la iglesia dicen en la Argentina que los homosexuales no deben casarse porque son pecadores. Los heterosexuales (por ejemplo Videla) serían los buenos de la película. La costumbre de demonizar en base a la mentira descarada es infinita. Durante años nos convencieron de la maldad de los tiburones. Pero resulta que solo una de las cien especies de escualos es peligrosa. En 2009 se produjeron apenas 42 ataques de tiburones en todo el mundo. Solo dos personas murieron. Avispas y medusas son diez mil veces más peligrosas que un tiburón. Y ni hablar de los humanos. En Nueva York se producen 1.600 casos anuales de personas que muerden a otras personas. Los escualos (en cambio) tienen mucho que temer de nosotros. El hombre mata 70 millones de tiburones al año porque se ha descubierto algo en sus aletas que tiene poderes afrodisíacos. ¿Qué culpa tienen los tiburones de que seamos una raza de perfectos impotentes?
L.
Es cierto. Las medusas de Filipinas, los perros y los caimanes maatan mucha más gente que los tiburones. Pronto dirán, también, que los homosexuales comen vivos a los niños. Pero esto no lo hacen ellos sino, como se ha demostrado ampliamente, los altos y bajos prelados de la iglesia en varias regiones del mundo. Quizás si los tiburones y los homosexuales fueran sacerdotes todo andaría mejor. Saludos y gracias por este post irónico y esclarecedor.
ResponderEliminarLudmila
Saludos y respetos de una lectora de este blog, bastante frecuente y lejana.
ResponderEliminarCeleste, desde Tijuana, México
No es fácil separar la paja del trigo. Pero es posible hacerlo con paciencia y sabiendo qué buscamos. Hay aspectos de la vida que nos permiten divisiones claras pero no la mayoría. El error existe y es necesario gracias a ellos Edison llegó a la lamparita eléctrica. Hay una virtud devaluada hoy , la prudencia, que se sustenta en la razón, las circunstancias y la oportunidad de la acción, no condena, trata de comprender. Tal vez al reflotarla podría abrirse un camino en el que las demonizaciones no fueran posibles.
ResponderEliminarGraciela B
pobres tiburones.. alguna vez el humano va a cambiar? me refiero a si dejará de hacer cosas como ésta, y otras, muchísimas tantas más.. tal vez alguna vez respetemos la Naturaleza como es debido, tal vez alguna vez podamos hablar de Amor. tal vez el planeta esté repleto de inservibles humanos, tal vez los lleve al agua, o el viento, por el aire, o los trague la tierra, tal vez muy pronto sean sucia carroña, o tal vez vivos los devoren los animales. tal vez no existan nunca más. por falta de nivel, de evolución, de amor.
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