No existe un patrón de medida para saber si algo es hermoso o no. Las chicas de tapa de las revistas apenas distraen un poco y nada más. Lo mismo podría ocurrir con una flor o un paisaje. Diferente será la situación si alguna cosa –cuerpo, foto, ventana, pierna o raíz- nos llama la atención. En tal caso entra en juego un recuerdo olvidado, lo reprimido, lo soñado que al despertar se olvida. No hay un patrón de belleza que resulte. Y si lo hay se construye muy adentro de cada uno de manera secreta, rara y misteriosa.
L.
Siempre hay una razón oculta que nos lleva a la belleza. Felicitaciones por el blog que, también, es una belleza.
ResponderEliminarMika