martes, 13 de julio de 2010

Estado de presencia


No hay nada más difícil que vivir en estado de presencia. A todos nos cuesta entregarnos en cuerpo y alma al puro instante. Prestamos la cara, hablamos del frío, sonreímos, le decimos gracias a la cajera del supermercado. Pero no estamos ahí ni en ninguna parte. Pasamos los días en estado de pasiva suspensión. Buscamos algo indefinido en las pantallas, en nuestros sueños, en viejas anotaciones de la agenda o en fotos que ya no sirven ni para recordar. ¿Por qué nos cuesta tanto estar acá? Y si realmente nos fuimos a otro lado, ¿en dónde queda exactamente ese lugar?
L.

6 comentarios:

  1. Eso lo veo en mi oficina. Nadie hace nada relacionado con el trabajo. Todos miran sus mails, chatean, hablan por celular. No digo que deban trabajar. Pero es como dice el post. Nadie está en el aquí y ahora. Es como si lo despreciaran. Eso pasa en otras partes también durante el día. ¿Por qué?
    Ludmila

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  2. Creo que las emociones que nos atraviesan según el momento que estemos viviendo pueden ser responsables de esa incapacidad para entregarnos plenamente al momento presente. Culpa, postergación, miedo al futuro, pueden rondarnos calladamente mientras el aquí y el ahora se nos escapa. Por otra parte creo que para lograr esa plenitud de los sentidos y diluirse en el presente hay que liberar el espíritu y a veces está tan cubierto de hojarasca que es difícil recuperarlo.
    Graciela B

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  3. Si hay algo que me pasa leyendo este blog y los comentarios de todos, es que siento un minuto de adrinalina cotidiano. Ganas de salir corriendo desnuda por la calle y desequilibrar al menos la mirada.
    Después, casi inmediatamente pienso que es ridículo, sin embargo se que un día lo haré y mientras tanto pienso en este momento como el último. Y así me pasa con todo.
    Sin embargo, coincido con Graciela, algunas emociones y cambios de cualquier índole nos condicionan a respuestas predecibles, dichos, sonrísas, etc.
    Si vivieramos diciendo lo que pensamos (pensado realmente, no sin filtro) seríamos más felices.
    Dejar la hipocresía es una tarea que implica riesgos, pero ayuda. Me pelié con gente por esto, pero fuí más feliz.

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  4. Querido Luis, ya me gustaría estar leyendo a whitman a la sombra y seguir escribiendo eso que me obliga el cuerpo, pero acá estoy, trabajando en un diario donde me bajan línea y la cultura no resulta tan interesante...

    'Camino diez pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. Por mucho que yo camine, nunca la alcanzaré. ¿Para que sirve la utopía? Para eso sirve: para caminar'. (E.G)

    Saludos!

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  5. Hay preguntas que no tienen respuesta como adonde van los suspiros,si somos reales o nos está soñando alguien ,o que es el amor.Mi hija me critica a veces porque dice que estoy pero no estoy.Nunca se me ocurrió preguntarme adonde voy cuando me voy...Ahora lo pensaré , en una de esas encuentro la respuesta.Ya te enterarás

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  6. Estar, estado de deseo. Lo demás nos entretiene mientras llega el final.
    abrazo...lindo texto

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