Aprovechando estos días de enclaustramiento leo viejos posteos míos en este blog desparejo. Algunos se salvan así como están o con ligeras correcciones. La mayoría son de una vulgaridad imperdonable. Otros mejorarían luego de una reescritura cuidadosa. Aún así el ejercicio de releer el pasado vale la pena. Los mejores textos y acontecimientos son los recientes. Hubo progresos. Las palabras ganan en síntesis, potencia y profundidad. En las entradas antiguas predomina el palabrerío vacuo y un tono impostado (dogmático) que detesto por encima de todo. Es como si pretendiera decir verdades últimas a cada rato. Supongo que del conjunto la mayoría de los textos irán al tacho de las tristes imbecilidades. En el barro (no obstante) sobrevivirán unos pocos diamantes verdaderos. Y en tal caso la idea de suspender el viaje habrá estado justificada.
L.
L.
Más allá de tu autocrítica (valorable) no pienso igual. En este blog predominan los textos imperdibles. Que no tengan muchos comentarios no quiere decir nada o quiere decir poco. O quizás por eso mismo no son comentados. Justamente porque son buenos los posteos a los lectores no nos queda nada o casi nada que agregar.
ResponderEliminarAlex
...palabrerío vacuo suena impostado, está bueno eso de buscarle siempre el sentido, andar sobre los pasos, dudar y creer en el progreso. Es un gusto siempre leerte.
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