sábado, 10 de abril de 2010

Asesinos en el paraíso


Un conocido periodista radial y televisivo de este país aconsejó a los padres la tortura y aún el asesinato para solucionar conflictos en la escuela. El hombre (con fama de progresista) les recomendó anoche -desde el programa que conduce- entrenar a los hijos para masacrar a un preceptor o a un docente o a una empleada de limpieza si el joven considera que no ha sido respetado por la comunidad educativa. Usó la palabra masacrar. A su alrededor había cinco periodistas más. Pero ninguno dijo nada. Los oyentes aplaudieron el consejo con fervor. El domingo último en el barrio Los pinos de La Matanza unos treinta vecinos mataron a un niño de 15 años a patadas. El chico (junto a otros dos) había amagado con asaltar a un comerciante. Dos de los adolescentes lograron huir. Ninguno de los tres portaba armas. El que no pudo escapar fue linchado en el asfalto hasta morir. Obviamente no hubo detenciones ni investigación policial alguna. Ahora los vecinos no se animan a mirarse a la cara. El detalle me lo contó un cronista que cubrió el hecho en el lugar. Hablaba el otro día con un periodista que militó en la izquierda en los 70 y me dijo que para él habría que matar a los marginados dado que la pobreza es incurable. Sugirió incluso el bombardeo de villas, comunas, chabolas, favelas o como se llamen esos conglomerados en sombras. Creí que era un chiste de humor negro al estilo Barcelona. Como aquel famoso título según el cual el gobierno de Haití logró sacar de la miseria a 200 mil personas como fruto del reciente sismo. Pero no era un chiste. Los medios calientan la cabeza de la gente. El asesinato con buenas intenciones es estimulado desde casi todos los ámbitos sociales, mediáticos y políticos. Hasta es visto como un acto virtuoso. La violencia (además) está adentro y no afuera como suele creerse. Podría recordarles a todos el mandamiento bíblico no matarás. Pero algo me dice que ya es tarde.
L.

3 comentarios:

  1. La violencia está adentro. Sí. Así es. Gracias por el post. Es triste pero es cierto.
    Luvi

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  2. Me quedé pensando.Todos somos violentos, hasta la solidaridad es violenta en un punto porque sigue habiendo una relación de desigualdad.No creo en la buena gente tampoco.Qué dificil resulta.Me sostengo sólo en el deseo de seguir intentando lo que no conzco.
    gracias Luis
    MR G

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  3. La solidaridad es violenta? Pero estamos hablando de la misma violencia, MRG?

    saludos!
    MM

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