Las causas

Oigo decir que Paula está mal porque está sola. Más efectivo sería pensarlo al revés. Paula está sola porque está mal. El primer razonamiento se funda en los efectos. El segundo indaga en las causas. Me cuentan que F no tuvo suerte en el amor. Que le tocaron parejas desastrosas. Nadie se pone a pensar en el origen de la supuesta mala suerte. O a qué se debe que F se incline por amantes, digamos, inadecuados. El sentido común dicta que R se pegó un tiro porque su novia lo dejó. Si el mundo funcionara de ese modo toda persona abandonada por un ser querido se mataría. A + B igual a C. Pero no son así las cosas. El suicidio puede potenciarse con tal o cual disparador circunstancial. Pero su mecanismo secreto obedece a una estructura psíquica determinada que habilita el desenlace. Fuimos educados para buscar afuera lo que está adentro. O, en todo caso, para ver adentro -como en un espejo deformado- apenas los reflejos epidérmicos del mundo exterior. Por ignorancia o pereza mental tendemos a eludir los motivos de lo que pasa y nos pasa. Pero es ahí donde deberíamos buscar. Si lo hacemos quizás no demos con la verdad completa. Pero sí (al menos) con la mitad de ella.

L.