miércoles, 7 de abril de 2010

De cerca nadie es normal


Me contaron la historia de un taxista que a cierta hora del día desaparecía de los lugares habituales. Era imposible dar con él hasta por celular. Su mujer desconfió y contrató a un detective. El informe del espía fue sorprendente. El taxista iba con su auto hasta una ruta próxima al centro de Buenos Aires, estacionaba en la banquina, ponía reguetón a todo volumen y, en completa soledad, se ponía a bailar como poseído. ¿Se podría afirmar que ese hombre está loco? No creo. Y si lo está al menos hace algo con su locura. Baila en la ruta junto al auto. La gente normal no existe. Creer que sí conduce a un mar de desilusiones. Los parámetros de normalidad son discutibles y de cerca todos tenemos algún comportamiento anómalo (cada cuál sabrá de qué hablo) tan o más asombroso que el baile del taxista. Así como es difícil definir la locura mucho más lo es concebir qué cosa es o sería la normalidad. Quizás debamos alejarnos de la clasificación y aceptar que en todos nosotros sobrevive una zona incurable. Saberlo no debería desalentar a nadie. El problema no está en la enfermedad sino en lo que hacemos con ella. El suicida y neurótico Van Gogh pintó cuadros. Beethoven, el sordo, compuso la novena sinfonía. El taxista baila reguetón junto a su auto. Cualquier camino es mejor que enloquecer sin obra.
L.

3 comentarios:

  1. Me pareció genial lo del taxista. Bien por él! Era la forma de canalizar todas las presiones que tenía arriba del auto durante el día, que no son pocas... Ojalá todos pudiéramos bajarnos a bailar cuando nos sentimos superados. O cantar. O besar.
    No me siento normal para nada, por suerte. Me siento una taxista más.

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  2. Yo me pongo a cantar y hago mini acusticos para mis mascotas...je
    Sí, estoy de acuerdo con la idea, cualquiera que sea, hacer algo con lo que somos, aceptarnos asi, querernos de este modo y no de otro..abrir puertas y si se cierran: abrir ventanas!

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  3. Me gusta tu elegante insistencia en mover tapetes, sacudir decidias, seducir esbozos de inquietudes. Pareces decir: hay alguien ahí? que esté escuchando, que se atreva a escudriñar en las entrañas de estos posteos...Yo que nunca he sido tu alumna ni lo seré , te considero mi gran maestro.
    Celeste

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