jueves, 8 de abril de 2010

Contra la escritura confesional


Está de moda la literatura del yo. La nueva corriente admite como válido el estilo puramente confesional. La verdad verdadera no tiene límites. Una escritora cuenta cómo se masturba en el baño, un autor relata un viaje muy lindo que hizo a Japón, un tercero comparte sus hábitos de alcoba como si fueran algo interesante para todos. ¿El narcisismo es la nueva estrella? ¿Un texto es bueno porque se basa en historias reales o porque fue escrito antes en un blog? La patología facebook nada tiene que ver con la literatura bien entendida. Hubo y habrá textos valiosos nacidos de lo que ahora llaman literatura de testigos. Pero el detalle es que sus autores eran/son buenos. Eso es todo. Baste mencionar los nombres de Franz Kafka (Carta al padre), Jorge Semprún (La escritura o la vida) o Primo Levi (Si esto es un hombre). Salvo esos casos y unos pocos más (Raymond Carver) el resto es basura y exhibicionismo barato. Qué aburrimiento y fastidio. Cuántas palabras inútiles llenando páginas y páginas. Alguna vez se entenderá que lo importante no es hablar de uno mismo sino sacar lo mejor de cada uno al escribir.
L.

2 comentarios:

  1. Toda escritura es autobiográfica. Siempre revela algo del autor. No tanto anécdotas o circunstancias vividas -como equivocadamente se piensa- sino miradas y pensamientos trabajados con la palabra. Los libros confesionales muestran el narcisimo y la superficialidad de quienes los escriben. Cientos de volúmenes de ese tipo de imprimen a diario y de manera impune, amparados por el prestigio del que goza lo "real". Por eso, la última idea de este post es provocadora y absolutamente válida.

    Helena Doat

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  2. Quisiera agregar a Marguerite Duras con su libro El amante en la lista de Luis.El yo está de moda en todo,pero es un yo hipócrita y falto de humor.Eso es lo que más molesta y excluye toda posibilidad de leer algo sensible y bien escrito.

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