sábado, 17 de abril de 2010

El amor ya está hecho


Conversaba anoche con dos alumnas de periodismo acerca del discurso amoroso. Las dos se quejan de que los hombres ya tienen un chamuyo armado para todo. Por ejemplo para dejarlas. El problema soy yo, les dicen como si fuera la primera vez. Sos divina pero necesito estar solo para pensar. Lo mismo pasa en la fase de conquista. Tenés unos ojos hermosos, nunca vi nada igual, ¿y si vamos a un lugar más tranquilo? Después vendrán los TKM por celular tres o cuatro veces al día. Y luego el hoy no puedo pero mañana sí. Y por fin una ex novia de la que nunca pudieron separarse del todo que retorna a escena. Frases hechas, gestos repetidos, declaraciones falsas y conmovedoras. Siendo así las cosas ni siquiera hace falta hacer el amor dado que el amor ya está hecho. Cocinado. Quizás debamos reinventarlo, soñarlo, destruirlo y refundarlo. Despojarlo del romanticismo barato, empalagoso y pueril. Dotarlo de palabras nuevas que surjan solamente del deseo auténtico. De las ganas. Como una ola de mar que naciera más allá de toda lógica. Un acto subversivo y no resignado. Revolución en el amor o muerte del amor.
L.

5 comentarios:

  1. O simplemente dejar fluir lo que uno siente sin medir, sin especulaciones. Sin miedo al qué dirán o a qué pasará después.
    Vivir el momento con plenitud y, por qué no, con generosidad.

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  2. Cuando el amor cae en las redes de la costumbre y las convenciones de cualquier tipo se acaba o simula que se acaba y, además, no acaba.
    M.

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  3. No sé si pudieran encontrarse nuevas palabras que expresaran el deseo auténtico. Sí creo que habría por lo menos que recargar de sentido las que existen. Entre los libros de autoayuda escritos sin un soporte de conocimiento aunque las intenciones sean buenas o la psicología de las revistas del corazón se han vaciado de contenido muchas palabras. Empezaría la revolución del amor hablando con sinceridad. Aún es posible separar la paja del trigo.
    Graciela B

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  4. sí, quién dijo que todo está perdido. ni en esto ni en ninguna otra cuestión es bueno generalizar. gracias por el post.
    Vanessa

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  5. Generalmente, al conocer a una persona que nos gusta, tenemos intenciones (muchas) sexuales hacia ella, y como no está "bien visto" decirle "me gustás, me calentás, ¿cogemos?", entonces recurrimos ( digo "imos" porque no sólo los hombres se calientan) a toda esa sarta de frases hechas para cortejar al aotro. Ahí empieza lo de los ojos hermosos, las manos más suaves, etc. Y como todavía no obtuvo lo que su impulso realmente le pide a gritos, empiezan los mensajes: me encantó charlar con vos, tenemos mucha química, etc. Hasta que por fin satisfase su deseo primario. Enronces, aparece la ex.

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