Cuando los problemas me superan pienso que debería dejar todo y largarme. Qué maravilla. Vivir en un bosque imposible, llamar a Scarlett Johansson por teléfono e invitarla a dormir conmigo esta noche, ver el mar a la hora del crepúsculo y leer un libro de Clarice Lispector. Cuando todo es un desastre completo debería tomar un helado de maracuyá o de cualquier otra cosa. Tal vez en Angola sería feliz. O mejor en Islandia al pie del volcán que paralizó a Europa. Dedicarme luego a desparramar cenizas por todas partes y después (recién después) pensar seriamente qué hacer con esta vida.
L.
L.
Maestro, como no va a saborear un choripan
ResponderEliminarEscapismo, sí, quién no lo ha pensado. Ni siquiera importa la enumeración de destinos imposibles. Finalmente lo posible se nutre, justamente, de eso. Buen post.
ResponderEliminarMariana Garibaldi
Ah... quién pudiera huir. Y no porque considere que el mundo y la vida siempre están en otra parte, sino porque a veces, a veces necesito irme. De todo y de todos.
ResponderEliminarmuy buen post.
Pd: Luis, con Scarlet no. Yo la vi primero...
Saludos.
Diego S.
El único que se escapa es el tiempo. Vos, te llevas la mochila en la cabeza.
ResponderEliminarY los años de pensar qué hacer, ya se vencieron. Ajo y agua.
Maestro, yo no conocía a Sacarlett, ahora que la vi comprendo sus ganas de escapar. Con esa mujer yo me oculto en el ártico por siempre
ResponderEliminarSoñar no cuesta nada. Y como la vida es sueño, según Calderón, soñemos que en alguno de esos lugares o haciendo alguna de esas cosas llegará la luz.
ResponderEliminarEstoy mirando el río a través de la ventana, que no parece el río marrón de siempre por el cielo diáfano de esta tarde.
Algunos barquitos de los que van para la costa uruguaya pasan campantes para allá.
Es una linda tarde de sol.
¿Te ayudé en algo?
Sorry, pero con el temita de Scarlett no puedo hacer nada...
Beso, Luis.
esta muy bueno pensar en eso y compartirlo...lo mejor de todo es que cada uno tiene una visión diferente del "lugar perfecto".
ResponderEliminarsaludos Luis!
Federico, TEA 2007.