Taxistas, amas de casa, empleados de callcenter, periodistas, estudiantes de cualquier cosa, médicos, abogados, contadores, docentes, pasantes, blogueros, mozos, historiadores, secretarios. Lo que somos y seremos es resultado de una nominación decretada al nacer. Alguien nos dio nombre y futuro. Nuestros padres, la sociedad, un mandato familiar, la conveniencia económica, el sentido práctico o lo que fuere actúa para que a partir de ser no seamos. Es un esfuerzo especial para que nos convirtamos en eso que justamente no queríamos ser. Rebelarse contra la ley no es fácil. Pensar la vida sin un cielo protector y sin la idea de destino es poner en nuestras manos el timón del barco. ¿Quién está dispuesto a tomarlo? ¿Quiénes se animarán a romper las cadenas? ¿Y hacia dónde ir? Todos fuimos nominados en origen. Poco importa si eso apunta contra la corriente del deseo. Pero aún es tiempo. Somos libres (aún) de navegar sin rumbo y vivir sin causa ni por qué.
L.
Si hay algo que tuve claro cuando supe que iba a tener un hijo, fue no pasarle el karma de mi propia frustración, de mi educación, de los errores que fueron cometidos conmigo. De todas formas no lo vivo con resentimiento, muchas veces uno hace lo que puede en la vida, no lo que quisiera. Asi que perdono e intento no repetir.
ResponderEliminarDije intento... no sé si lo habré logrado.
Quise que sepan, por ejemplo, que el sexo se disfruta, que no es pecado ni tabú y que no hay edad para eso. El primer gran desagravio era ese.
Beso, Luis
Tampoco pude evitar escribir luego de ver Encuentros en el fin del mundo de Herzog. Gracias Luis, sin dudas mi cabeza hizo un click y por momentos dije "que hago acá", como dijiste, sirve para reubicarme, para pararme mejor donde quiero estar.
ResponderEliminarSiempre estoy dispuesta a la aventura por eso la idea de la mochila lista, es absolutamente tentadora.