Andrea y yo sabemos que están ahí. Leonardo, Diego, Mariano, Magalí, Maricel, Juan Manuel, Valeria, Leila, Magui, Florisse, Enrique, Clara, Silvana, Mauro, Jezabel, etcétera. Nuestro contador informa que hay más de cien visitas diarias y, como mucho, un promedio de cinco a diez comentarios por posteo. ¿Por qué no hablan los invisibles del blog? ¿Por qué no se vuelven visibles de una vez? ¿Por qué no comentan los posteos? ¿Acaso no tienen ganas de enojarse, polemizar, aprobar, rechazar la gran cantidad de tonterías que escribimos? Los invitamos a que abandonen la pasiva y cómoda posición de observadores y pasen a ser protagonistas activos. Suspendelviaje se construye con sus autores pero más aún con sus lectores fieles e infieles. De ese cruce entre nosotros y la tropa cósmica nacerán el milagro y la fuerza. Digan su palabra y rómpanse, como aconsejaba Pizarnik. No pierdan la vida por delicadeza.
L.
La verdad que desaprovechar una oportunidad como la que brindan Andrea y el Maestro es una pena. Un lugar en el que podemos decir, filosofar, mentir, hacernos los sabios, los inteletuales ( como dice mi prima). Si no aprovechan ahora ¿cuando? La vida es muy corta.
ResponderEliminarLa vida es corta, ¿por eso hay que animarse a escribir en este blog?
ResponderEliminarNo creo que se pierdan de nada, no es fantástico estar acá, no somos cósmicos ni protagonistas.
Sería una pena que aquel que tenga ganas de escribir algo, lo censure por considerar la mirada de los demás. Eso es todo, el silencio por mesura es un desperdicio.
Por ahora seguiré siendo invisible... Pero debo admitir que este blog desplazó a todos los blogs que leía...y a algunos libros también.
ResponderEliminarDh.
Luis, yo me vuelvo visible cada vez que me acerco a vos en Tea y te secuestro unos minutitos para hablarte de libros y de vidas (sí, de muchas). También por mail te hago llegar mis inquietudes.
ResponderEliminarEscribo poco porque en mi buen trabajo sólo puede navegar en tiempos muertos, si no lo haría mucho más, ya que tengo algunas cosas para decir (no en este post, claro).
Saludos para Andrea también.
Diego S.
Yo escribo cuando puedo responder, cuando entiendo lo que genera en mi lo que leo.
ResponderEliminarMe gusta el blog, sus entradas. Pero necesito tiempo...
ResponderEliminary lo admito, casi nunca estoy tan ocupada como algunos arriba (según leí), mi pecado es la pereza...
y talvez miedo (a la censura).
Besos!
Seguirá siendo siendo este blog con los invisibles?Y con los visbles?Por qué justificar y explicar lo escrito o no cuando su esencia,es un bellisimo intento de libertad?
ResponderEliminarMR G
Sabía que era demaciado evidente. Incluso llegué a pensar que estarían decodificando escrituras y seudónimos para encontrar el culpable. Nunca pensé que fueran a reprocharnos por eso. Pero tienen razón.
ResponderEliminarSus fragmentos son una luz. Y no me paso de romántico. No he dejado de leer el blog desde que lo conocí. No puedo distanciarme de sus formas de ver las cosas.
Un fuerte abrazo. Luis, Andrea.
Diego Espíndola.
Creo que permanecer en silencio no es desaprovechar; más de una vez quise comentar algo y me quedé en la intención. Pero no tengo una cosa para decir de cada posteo de Luis o de Andrea. Y aunque suene antipático muchas veces me quedo reflexionando en silencio porque no sé qué decir. Escriben tantas cosas interesantes que me quedo atónita por la forma y el contenido. Y no sé qué decir. De todas maneras, siempre leo todo, los textos y los comentarios. Creo que es un proceso el comenzar a digerir estos posteos y sus temas y luego comenzar a decir algo cuando valga la pena. Saludos y gracias por este espacio maravilloso.
ResponderEliminarMaricel.
Algo de adictivo tiene suspende, y los brebajes en forma de post que preparan Andrea y Luis... Así los imagino, mezclando las palabras en tubos de ensayo, con el mortero y el matraz, calentando frases para ofrecer remedios, para sacarse las ganas. Yo incluso he intentado no caer tan seguido por estos rumbos (como me sucede con la culpa de los vicios disfrutables), me he retado a no entrar, pero hay otra más inquieta dentro de mí: no soy yo que siempre me trae/nos trae de vuelta. Y regreso. Y sale peor porque se me juntan los textos y digo tres chingados por mi ausencia. No tiene caso.
ResponderEliminarComentar este blog es como cuando bailo una canción sin aguantarme las ganas. Pero a veces hace falta escuchar nada más. Y siempre -claro- no aguantarse.
Florisse desde un lugar del norte de México (con x)
Luis:
ResponderEliminarMe gusta leerte desde la clandestinidad. Pero aprovecho esta oportunidad para saludarte y contarte que sigo este blog a diario. ¿Para cuándo más aventuras de Grusswillis?
Un abrazo,
E. Strajman
Opino parecido a Maricel y Jezabel. No creo que seamos o tengamos que ser protagonistas y también me sucede que no siempre tengo algo que decir de cada texto y hay veces que quisiera comentar algo pero no encuentro las palabras para hacerlo...
ResponderEliminarSeguiré leyendo las interesantes e inspiradoras palabras de Suspendelviaje, sin embargo, no aseguro que voy a cambiar y empezar a comentar todas.
Me parece admirable la creatividad en cantidad que plasmas en el blog Luis.
Mm
No había escrito en el blog porque mi español es terrible, pero yo digo que siempre que entro me encanto com su textos.Abrazos de una brasileña que siempre pasea por aquí.Perdoname por mim español.
ResponderEliminarHola Luis. Yo formo parte de la mayoría silenciosa (y perezosa). Te mando un abrazo grande.
ResponderEliminarF. Vico.