La velocidad no es un valor. Pero muchos creen que sí. Para ser empleado del mes en McDonalds hay que ser eficiente pero sobre todo rápido. El criterio se aplica al periodismo (no importa la calidad de la información sino quién la da primero) y a todos los ámbitos de la vida, entre ellos, la cama. El sexo veloz es sinónimo de modernidad. Las pastillas azules (Viagra) garantizan erección inmediata. Y las marrones (Cialis) la prolongan a veces por 36 horas. Azules y marrones son utilizadas no tanto por los ancianos (como se esperaba) sino por los jóvenes. Buscan de ese modo rendir bien y sobre todo a tiempo. Diferente es (por caso) la visión taoísta de la unión sexual. Según los manuales del Arte de la Alcoba el objetivo del coito en India y China era la obtención del máximo placer y que éste durase la mayor cantidad de tiempo posible. Lo mismo enseñan los libros canónicos del sexo tántrico, ubicados a contramano del fast sex. Este último se inspira en la estética porno y se aleja de cualquier sentimiento humano. Los defensores del comportamiento tántrico ni siquiera hacen centro en la penetración. Tampoco se pide una erección demasiado rígida para obtener la unión feliz. Se le propone a la pareja quedarse más o menos quieta durante varios minutos. Que logren juntos un virtual estado de levitación donde abunden los besos y las caricias. Todo en un ambiente de mutua confianza buscando el goce más allá de cualquier otro resultado industrial. Esto no vende en la actualidad. No resulta seductor para los fanáticos de ganar carreras a toda costa. Pero a diferencia de la velocidad el procedimiento es (como el amor) un valor indiscutible.
L.
Este post debería leerlo mi novio. Todo rapidito, como si fuera un trámite. Me parece que de sexo tántrico ni oyó hablar...
ResponderEliminarMika
a veces está bueno ser rápidos en el sexo...todo depende de las ganas y el momento...¿por qué esperar para hacer lo que uno quiere en el instante y sin demora?
ResponderEliminarF.
Que no va a vender...
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