J me dice que en sus clases de canto la voz le sale mejor y más vibrante cuando está enojada. Puedo entenderla. El enojo (el espíritu de pelea) aporta a la vida una energía inigualable. No hay armonía sin lucha de contrarios. No hablo de agresiones, golpes o daño. Me refiero a la necesaria disputa (con perdón de la palabra) que se produce cada tanto entre la gente. Al civilizado intercambio de ideas que acaba en gritos y portazos. Es inevitable que así sea. Para qué engañarnos. El ejemplo perfecto está en las parejas que terminan mal. ¿Acaso es posible separarse en buenos términos? No lo creo. Los amores que terminan bien no son amores. La guerra es general, decía Heráclito. Mejor vivir peleando que morir en paz.
L.
L.
No estoy de acuerdo con lo que dice este post. Es más, va en contra de lo que dijo Lila Downs en el video que colgaron en este blog. Nada bueno puede surgir de la violencia o de la rabia. Es como decir que para escribir o pintar es necesario estar drogado.
ResponderEliminarElena Lebedinsky
Mejor vivir paliando por una causa, a vivir en una paz aparente.
ResponderEliminar(todavía me rebota la frase de ayer en la cabeza, la puedo usar en un dibujo?)
FCP (Fan Club Presente)
Maestro, ¿se le dio por la violencia
ResponderEliminarLo que termina bien, no termina, pues.
ResponderEliminarReconocer que el daño es parte de nuestra vida no nos hará peores (ni mejores)
ResponderEliminarNacer es un acto violento. Si Elena tiene razón, estamos perdidos. Enojo, angustia, guerra. Algo bueno puede nacer de cualquier cosa (de cualquier madre)
J.