miércoles, 28 de abril de 2010

La vida no basta


Si la vida se limitará solamente a lo que es resultaría intolerable. Levantarse, ir al baño, darse una ducha, ir al trabajo, reír por un chiste estúpido del jefe, volver cansados a la tarde, cenar en familia o en pareja, leer mails, chatear con algún fantasma, sacar la basura antes de las nueve, dormir. Y así todos los días hasta morir de enfermedad o aburrimiento. No está mal. Esas rutinas forman parte del asunto. Pero la vida así concebida no alcanza. Por eso todos buscan algo sin saber qué es. Algunos lo encuentran viajando, enredándose con cuerpos extraños, comprando ropa de marca o haciendo zapping por tevé. El efecto de esas drogas (qué pena) dura poco. Hay sin embargo una opción alternativa. Es la más difícil, la más lejana, la que todos tratan inútilmente de esquivar. Está situada en un país llamado deseo. Nadie sabe dónde queda o dónde venden los pasajes para ir. Pero si algún día escuchamos el llamado habrá que aceptarlo y entregarse de una vez a lo que sea. La vida es una cárcel pero ofrece a los valientes una hermosa manera de escapar. No olvidar. El destino tiene nombre. Un país llamado deseo.
L.

8 comentarios:

  1. O las galerías Güemes... o el río... o tantas otras formas de descansar de la rutina, del cansancio o agobio que produce -muchas veces- vivir.
    El tema es encontrarse primero para después viajar al país del deseo.

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  2. ¿No es muy complicado llegar?

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  3. La vida no es bosta. En esas rutinas, los que llevan adelante sus proyectos, encuentran el buen vivir (hasta en el baño)

    El deseo desquiciado, promiscuo y animal, no conduce a ningún lado. Es deseo enfermizo y no es de valiente seguirlo. Es fácil, demasiado fácil.

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  4. El camino de vivir en función del deseo y de lo que nos hace bien es duro, implica mucho compromiso, principalmente, con uno. Con no negarnos quienes somos o quien queremos ser. Me emociona la existencia de *eso* que nos empuja adentro a buscar/nos.

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  5. Me dijeron que tengo que conseguir seguridad; casa, un carro tal vez, pero como sea una renta que me asegure un vida tranquila y luego podré dedicarme a la pasión (el deseo del que habla Luis). Pero en serio, ¿Qué es tranquilidad? Prefiero dedicarme a mi pasión desde ya. Se lo dije a mis viejos. Pero dicen que es la juventud, el ímpetu, la irreflexión. Creo que están asesinando ese niño que nos impide ser "adultos", pero que nos deja perseguir y alcanzar ese deseo.
    Luego entro, leo este blog. Y todo se aclara.

    Un abrazo.

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  7. Somos cuerpo y alma. Está en nosotros conciliar el bienestar de ambos sin anularlos. No es uno más que otro. Tal vez se trate de evitar confundirlos. De satisfacer nuestras necesidades materiales razonablemente para no centrar nuestro deseo sólo en ellas. Conocernos, permitirnos el asombro, escuchar nuestra voz interior,contemplar, pueden ser un modo de mantenernos alerta para aprender a no remprimir el deseo ni rechazar el momento y el lugar en el que podamos darle una oportunidad.
    Graciela B

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  8. hermoso el post. hermosa imagen. saludos, egk

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