miércoles, 21 de abril de 2010

Tan lejos y tan cerca


Lo lejano está cada vez más cerca de nosotros. Lo aprendimos en estos días con los efectos que produjo en Europa un modesto volcán islandés. Pero al margen de la erupción inesperada se trata de algo que vivimos diariamente. Bastaría que el sol aumentara su brillo unos instantes para que se acabe la vida en la tierra. Nos pasamos el día recordando hechos pretéritos. Soñamos en la noche (y a veces durante el día) con situaciones ocurridas o inventadas en la más lejana infancia. Con frecuencia nos asaltan fantasías eróticas que si bien favorecen a la pareja inmediata se originan o se fraguan en lejanas lejanías. Ni siquiera conocemos la cara del vecino. Al parecer nos importan más las noticias de Sudán o las islas de Cabo Verde. Soñamos con playas desiertas que ni siquiera existen. Nunca tan cerca arremetió lo lejos, dice el poeta. Nunca tan cerca (agrego yo) se exhibió tan claramente el infinito poder de la distancia.
L.

4 comentarios:

  1. Muy lindo post, fuerte y profundo.
    Me gustó eso de "Ni siquiera conocemos la cara del vecino..."

    Luis, te mando un saludo.

    Diego S.

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  2. Es como si la globalización nos hubiera puesto tan cerca de todo que nos termina alejando de lo más próximo ... A veces no veo durante toda la semana a mis viejos, que viven a la vuelta de casa y chateo 2 veces con un amigo que vive en Washington DC y hace como 8 años que no veo personalmente.
    Beso grande Luis.

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  3. Ni siquiera conocemos la cara del vecino. ¿Qué trágico? ¿si conozco la cara del vecino me muestro más solidario y socialista? ¿qué mide la lejanía? ¿está más cerca (necesariamente) mi vecino que un africano? ¿debemos preocuparnos por los vecinos? ¿por qué? ¿por solidarios o prácticos?

    ¿Lo lejano está más cerca? ¿realmente podemos ser conscientes de lo inter/intra/recontra relacionado que está el mundo? ¿cómo? ¿si ni siquiera conocemos al vecino?

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  4. Tanto en el paleolítico como en el neolítico, en el viejo y nuevo mundo, el arte representaba lo lejano. No dibujaban a las especies familiares y pacíficamente controladas: lo bueno para pensar, era lo lejano.

    J.

    PS: y la primera divinidad, era mujer. ¿Hacía falta aclararlo? La Diosa, progenitora universal, con su consorte el toro.

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